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entrevistas> entrevista a Wonho Kim
Por Jorge Fuentealba, coordinador del Observatorio Iberoamericano de Asia- Pacífico.
Abril de 2007
Wonho Kim es Senior Research Fellow del Korea Institute for International Economic Policy,
Director del Consejo Coreano para América Latina y el Caribe y
Presidente de la Asociación de Estudios Latinoamericanos de Corea.
Pregunta: Dentro del proceso de globalización, ¿cuál cree que es el interés que se tiene en Corea por
Iberoamérica?
Respuesta: La mayoría de los países iberoamericanos cambió su modelo de desarrollo en la década de los 90,
en la cual el proceso de globalización se profundizó. Ese cambio de modelo se destaca por un mayor énfasis en
la búsqueda de mercados para sus productos, tradicionales como no tradicionales, y en la recepción de
inversiones extranjeras directas. Para estos países, creo que Corea significa un nuevo horizonte para sus
exportaciones y una potencial fuente de inversión extranjera directa; quieren penetrar más ampliamente en el
mercado coreano de importación y al mismo tiempo atraer capitales coreanos.
P: Muchos análisis y artículos económicos se refieren a China como una oportunidad y al mismo tiempo una
amenaza para América Latina. ¿Es también China oportunidad y amenaza para Corea?
R: Sí, China se puede considerar al mismo tiempo una oportunidad y una amenaza para Corea. China sobrepasó
a Estados Unidos como la primera destinación de las exportaciones coreanas en 2003, y como el mayor socio
comercial de Corea en 2004. Dado que la economía coreana depende inmensamente del comercio exterior, las
relaciones comerciales con una China que posee un gran tamaño de mercado son primordiales para el desarrollo
sostenible de la economía coreana.
Además, China es la primera destinación de las inversiones coreanas en el extranjero, y hace pocos años
Corea tuvo prácticamente el primer lugar como inversionista extranjero en China. En este sentido, definitivamente
China es para Corea una oportunidad que debe explotarse al máximo.
Sin embargo, creo que China va significando gradualmente mayores riesgos y amenazas para Corea. China está
absorbiendo rápidamente la alta tecnología coreana con su menor costo de mano de obra y provocando la subida
del precio internacional de los recursos naturales. Por otra parte, sus grandes empresas permanecen
vulnerables a un choque financiero internacional. Pienso que las compañías coreanas y la economía coreana no
están bien preparadas para enfrentar estos desafíos crecientes.
P: Brasil y Chile se cuentan entre los principales receptores de las exportaciones coreanas. ¿Cree que el nivel
de comercio e inversión entre Iberoamérica y Corea es el adecuado?
R: El comercio entre Iberoamérica y Corea sobrepasó 30 mil millones de dólares el año pasado. El comercio con
Chile, Brasil y México se destacan, entre otros. Pero se caracteriza principalmente por ser un comercio inter-
industrial en el que Corea exporta manufacturas e importa minerales y que registra una balanza comercial
permanentemente a su favor.
Para llegar a una relación comercial sostenible y de largo plazo, creo que es necesario explorar más áreas de
comercio, principalmente intra-industrial. Un tratado de libre comercio entre Corea e Iberoamérica podría ser un
facilitador; hasta ahora Chile es el único socio de libre comercio de Corea. Entre tanto, mientras la inversión
coreana se concentra en China, Sureste asiático y Norteamérica, la inversión en Iberoamérica se ve limitada
generalmente a los sectores electrónicos y extractivos. Y la inversión de Iberoamérica en Corea casi no existe.
P: ¿La emigración coreana hacia América Latina ha jugado un papel en el estrechamiento de vínculos y en un
incremento de la cooperación?
R: A diferencia de la emigración china o japonesa, las colonias coreanas en América Latina desafortunadamente
no tienen la misma cercanía con su tierra natal ni con las compañías locales de origen coreano. Pero la
situación en Iberoamérica varía de país a país. Las comunidades coreanas en Brasil, Chile, Guatemala,
Paraguay, Perú y la Republica Dominicana, por ejemplo, han contribuido en varios aspectos al estrechamiento de
los vínculos bilaterales.
P: ¿Cree que existen líneas de comercio y/o inversión entre Corea y Latinoamérica que podrían tener un especial
potencial y que merecerían ser más exploradas?
R: Absolutamente sí. Por ejemplo, el sector de la informática y las telecomunicaciones, considerando que Corea
posee una alta tecnología en esos campos, tecnología que en gran medida a Iberoamérica le hace falta. Esto
significa un gran potencial de comercio e inversión. Todavía no se ha explorado una cooperación seria en este
sector, con la excepción de algunas gestiones institucionales a nivel gubernamental y de carácter más bien
simbólico. Creo que esto se debe a la falta de experiencia y de confianza mutua en colaboración.
P: El tratado de libre comercio con Chile o la admisión de Corea en el Banco Interamericano del Desarrollo han
sido pasos importantes en el acercamiento de Corea a América Latina. ¿Se esperan nuevos acercamientos?
R: Con el inicio del Tratado de Libre Comercio entre Corea y Chile en 2004 y la admisión en el Banco
Interamericano del Desarrollo, Corea ha demostrado su voluntad de seguir promoviendo una polítical liberal de
comercio y establecer una relación más cercana con Latinoamérica. Los resultados positivos del TLC con Chile
son alentadores, y ha aumentado la motivación para lograr más acuerdos de libre comercio. Corea está
negociando un acuerdo similar con México y está en conversaciones con el MERCOSUR. También se está
estudiando su admisión en el Banco Centroamericano de Integración Económica.
P: Según información de Chile, el comercio entre este país y Corea se ha duplicado desde la entrada en vigencia
del TLC, hace tres años. ¿Cree que se han cumplido las expectativas? ¿El tratado ha ayudado a acercar toda la
región latinoamericana a Corea?
R: Pienso que las expectativas se han cumplido con creces. El aumento del precio del cobre puede haber tenido
un impacto en los resultados, pero en definitiva creo que ha habido una gran contribución del TLC. Por ejemplo,
el vino chileno se ha hecho popular muy rápidamente en Corea después de TLC; un resultado indirecto. La
cooperación económica entre ambos países ha sido capaz de desarrollar un ambiente más seguro para las
inversiones y la cooperación industrial. Más aún, el intercambio social, político, cultural y de personas entre
ambos países ha convertido esta relación en una de cooperación extensa.
Tal vez sería prematuro afirmar que el TLC ha ayudado a acercar la región latinoamericana a Corea, pero este
tratado seguirá siendo la base de todos los tratados bilaterales que se puedan establecer entre Corea y los otros
países latinoamericanos.
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